13 DE ENERO DE 2024
RUTA DA PEDRA E DA AUGA E RUTA DO RÍO CHANCA (RIBADUMIA-MEIS-MEAÑO)-PONTEVEDRA-PROYECTO RÍOS Y BOSQUES
Distancia: 14 km
Duración de la ruta: 4 horas
Dificultad: Fácil
Tipo de ruta: travesía
Descripción de la ruta:
Maravillosa ruta que discurre por los municipios de la comarca do Salnés: Ribadumia, Meis, Sanxenxo y Meaño, y que nos va a permitir contemplar el fantástico entorno natural que atesoran los márgenes de los ríos Armenteira y Chanca, con cascadas, rápidos y un verde muy intenso que lo cubre practicamente todo, además de los numerosos molinos bien conservados que se encuentran en todo su curso fluvial.
La primera parte de la ruta, la ruta da Pedra e da Auga, una de las más transitadas de Galicia, nos lleva en paralelo al río Armenteira en medio de preciosos bosques de cuento de hadas, contemplando más de 25 molinos en todo su recorrido que reflejan la gran importancia que tuvo antaño esta actividad en la zona, que llegó a configurar una auténtica industria vinculada con el agua.
Uno de los puntos culminantes de la ruta es la denominada “Aldea Labrega” recinto escultórico en el medio del bosque pegado a un conjunto de molinos, que muestra algunos de los elementos e imágenes característicos del rural gallego.
La segunda parte de la ruta discurre por el río da Chanca y también nos ofrece un magnífico entorno jalonado por los más de 20 molinos de agua que podremos contemplar a lo largo de este tramo, para finalizar en la parroquia de San Miguel de Lores, en Meaño.
La ruta tiene dos partes diferenciadas: la ruta da Pedra e da Auga, que nos lleva por el antiguo camino utilizado para llegar hasta el monasterio de Santa María de Armenteira y que daba servicio a los molinos de la zona; y la ruta do río Chanca, que nos conduce bordeando dicho río, pasando por un buen número de molinos, hasta el área recreativa de Lores, donde finaliza el itinerario.
La ruta da Pedra e da Auga es una de las rutas más transitadas de Galicia, tanto por su facilidad de realización y acceso, como por su belleza e impecable acondicionamiento, perfectamente señalizada, preparada e incluso iluminada. Sus principales características son el agua y los molinos, la mayoría rehabilitados, que dan idea de la importancia que tuvo la actividad de la molienda en la zona.
Iniciamos esta preciosa ruta de ríos y bosques en el municipio de Ribadumia, en la rotonda de Barrantes de la VG-4.2, delante de la oficina de turismo que cuenta con un pequeño párking, donde comienza la ruta da Pedra e da Auga.
Desde aquí comenzamos a caminar por un camino llano que enseguida se dirige hacia el río Armenteira, que ya no abandonaremos hasta llegar al monasterio de Armenteira.
Al poco de comenzar comenzamos a ver los primeros molinos, llegando al molino de Con, donde se halla un petroglifo con motivos cruciformes, un posible tablero de juego y otro elemento geométrico que parte de una cazoleta. Su cronología se remonta a la alta Edad Media, entre la caída del Impero Romano en el siglo V hasta el siglo X, y no se considera, por su tipología y características, que este petroglifo sea prehistórico (en los cuales predominarían las figuras en forma de cazoleta o combinaciones circulare). Algunos estudiosos defienden un posible intento de cristianización de lugar o una delimitación de terrenos en tiempos históricos.
Al cabo de 1 km, atravesamos la carretera y pasamos al municipio de Meis, comenzando una sucesión de molinos, al mismo tiempo que nos vamos internando cada vez más en los bellos bosques que pueblan esta zona, alejándonos de las zonas pobladas.
Después de un rato, llegamos a uno de los puntos culminantes de la ruta, donde se encuentran los molinos de Meis, con cuatro molinos escalonados en medio de un entorno precioso, con diversas especies de árboles. Desde aqui, parte un pequeño desvío que nos lleva a la denominada “Aldea Labrega”, espectacular conjunto escultórico que representa la vida cotidiana de un pueblo de la Galicia de principios del siglo XX, con iglesia, hórreo, cruceiro, horno, carro de bueyes, animales domésticos y labradores.
Continuamos la ruta hasta llegar a un mirador sobre el río donde contemplamos un conjunto espectacular de cascadas, que nos ofrecen su mejor estampa en invierno con las crecidas de los ríos.
A partir de aquí, la ruta comienza un suave y paulatino ascenso, internándose en lo más profundo del bosque por zonas de gran belleza donde impera el verde intenso del musgo que lo cubre todo, al mismo tiempo que seguimos pasando delante de molinos y más molinos.
De esta forma alcanzamos el molino de Couso, donde se encuentran los restos del antiguo aserradero que hubo en este lugar, a partir de cual transitamos por un sendero que nos conduce, entre las raíces de los árboles y pegados al río, hasta el monasterio cisterciense de Santa María de Armenteira, de estilo románico, donde finaliza esta primera parte.
Desde este lugar, comenzamos la ruta del río Chanca por un sendero que asciende por detrás del monasterio y que nos va a llevar por los municipios de Meis, Sanxenxo y Meaño siguiendo el curso del río.
Pasamos cerca de la aldea de Valboa y descendemos hacia el río da Chanca, también con gran encanto y que nos ofrece una estampa más silvestre y menos acondicionada que la ruta anterior en su primera parte.
Al llegar un punto, comenzamos también a contemplar los más de 20 molinos que se hallan en esta ruta, la mayoría rehabilitados, en un recorrido muy hermoso que va a finalizar en el área recreativa de Lores, que cuenta con un molino rehabilitado que funciona como bar.
MONASTERIO DE ARMENTEIRA
Se trata de un monasterio románico, del siglo XII, con reformas posteriores góticas, renacentistas y barrocas, cuyo origen está envuelto en leyenda.
Según la leyenda, fue fundado por Ero en 1149, caballero del rey Alfonso VII. Ero estaba casado y no tenía hijos, lo cual era causa de dolor para el y para su esposa. Una noche, ambos tuvieron un mismo sueño: la Virgen les aseguró que era voluntad de Dios que tuvieran muchos hijos espirituales.
Entonces Ero solicitó permiso al rey para dejar las armas y cumplir el deseo divino en honor de la Virgen María, tal y como se refiere en las Cantigas de Sta. María, autoría de Alfonso X El Sabio. Decidieron fundar dos monasterios. Ero solicitó monjes cistercienses a San Bernardo de Claraval, quien envió cuatro monjes con el fin de organizar la primera comunidad vinculada con el tiempo el Císter y que tuvo a Ero como primer abad durante 26 años, primero como miembro de la orden benedictina y luego como cisterciense.
Un día, Ero estaba paseando fuera del monasterio hasta que escuchó el canto de un mirlo, quedando cautivado por el mismo y sentándose bajo un árbol para contemplarlo. Entró en un profundo trance en el que pasó 300 años y cuando el canto acabó y regresó al monasterio, vio que nada era igual, entendió lo que había sucedido y murió en ese momento a los pies de los monjes.
En 1162 aparece por primera vez el nombre del monasterio en los documentos oficiales de la Orden Cisterciense. Siempre fue un monasterio modesto, con pocos monjes. Del primitivo monasterio sólo queda en pie la iglesia, que destaca por su sencillez y austeridad.
En el 1837 se abandona con la desamortización de Mendizábal, hasta el año 1989 en que llegan un grupo de monjas cistercienses que dieron de nuevo vida al lugar, organizando una hospedería y fabricando jabones naturales.
RUTA DA PEDRA E DA AUGA E RUTA DO RÍO CHANCA (RIBADUMIA-MEIS-MEAÑO)-PONTEVEDRA-PROYECTO RÍOS Y BOSQUES
Distancia: 14 km
Duración de la ruta: 4 horas
Dificultad: Fácil
Tipo de ruta: travesía
Descripción de la ruta:
Maravillosa ruta que discurre por los municipios de la comarca do Salnés: Ribadumia, Meis, Sanxenxo y Meaño, y que nos va a permitir contemplar el fantástico entorno natural que atesoran los márgenes de los ríos Armenteira y Chanca, con cascadas, rápidos y un verde muy intenso que lo cubre practicamente todo, además de los numerosos molinos bien conservados que se encuentran en todo su curso fluvial.
La primera parte de la ruta, la ruta da Pedra e da Auga, una de las más transitadas de Galicia, nos lleva en paralelo al río Armenteira en medio de preciosos bosques de cuento de hadas, contemplando más de 25 molinos en todo su recorrido que reflejan la gran importancia que tuvo antaño esta actividad en la zona, que llegó a configurar una auténtica industria vinculada con el agua.
Uno de los puntos culminantes de la ruta es la denominada “Aldea Labrega” recinto escultórico en el medio del bosque pegado a un conjunto de molinos, que muestra algunos de los elementos e imágenes característicos del rural gallego.
La segunda parte de la ruta discurre por el río da Chanca y también nos ofrece un magnífico entorno jalonado por los más de 20 molinos de agua que podremos contemplar a lo largo de este tramo, para finalizar en la parroquia de San Miguel de Lores, en Meaño.
La ruta tiene dos partes diferenciadas: la ruta da Pedra e da Auga, que nos lleva por el antiguo camino utilizado para llegar hasta el monasterio de Santa María de Armenteira y que daba servicio a los molinos de la zona; y la ruta do río Chanca, que nos conduce bordeando dicho río, pasando por un buen número de molinos, hasta el área recreativa de Lores, donde finaliza el itinerario.
La ruta da Pedra e da Auga es una de las rutas más transitadas de Galicia, tanto por su facilidad de realización y acceso, como por su belleza e impecable acondicionamiento, perfectamente señalizada, preparada e incluso iluminada. Sus principales características son el agua y los molinos, la mayoría rehabilitados, que dan idea de la importancia que tuvo la actividad de la molienda en la zona.
Iniciamos esta preciosa ruta de ríos y bosques en el municipio de Ribadumia, en la rotonda de Barrantes de la VG-4.2, delante de la oficina de turismo que cuenta con un pequeño párking, donde comienza la ruta da Pedra e da Auga.
Desde aquí comenzamos a caminar por un camino llano que enseguida se dirige hacia el río Armenteira, que ya no abandonaremos hasta llegar al monasterio de Armenteira.
Al poco de comenzar comenzamos a ver los primeros molinos, llegando al molino de Con, donde se halla un petroglifo con motivos cruciformes, un posible tablero de juego y otro elemento geométrico que parte de una cazoleta. Su cronología se remonta a la alta Edad Media, entre la caída del Impero Romano en el siglo V hasta el siglo X, y no se considera, por su tipología y características, que este petroglifo sea prehistórico (en los cuales predominarían las figuras en forma de cazoleta o combinaciones circulare). Algunos estudiosos defienden un posible intento de cristianización de lugar o una delimitación de terrenos en tiempos históricos.
Al cabo de 1 km, atravesamos la carretera y pasamos al municipio de Meis, comenzando una sucesión de molinos, al mismo tiempo que nos vamos internando cada vez más en los bellos bosques que pueblan esta zona, alejándonos de las zonas pobladas.
Después de un rato, llegamos a uno de los puntos culminantes de la ruta, donde se encuentran los molinos de Meis, con cuatro molinos escalonados en medio de un entorno precioso, con diversas especies de árboles. Desde aqui, parte un pequeño desvío que nos lleva a la denominada “Aldea Labrega”, espectacular conjunto escultórico que representa la vida cotidiana de un pueblo de la Galicia de principios del siglo XX, con iglesia, hórreo, cruceiro, horno, carro de bueyes, animales domésticos y labradores.
Continuamos la ruta hasta llegar a un mirador sobre el río donde contemplamos un conjunto espectacular de cascadas, que nos ofrecen su mejor estampa en invierno con las crecidas de los ríos.
A partir de aquí, la ruta comienza un suave y paulatino ascenso, internándose en lo más profundo del bosque por zonas de gran belleza donde impera el verde intenso del musgo que lo cubre todo, al mismo tiempo que seguimos pasando delante de molinos y más molinos.
De esta forma alcanzamos el molino de Couso, donde se encuentran los restos del antiguo aserradero que hubo en este lugar, a partir de cual transitamos por un sendero que nos conduce, entre las raíces de los árboles y pegados al río, hasta el monasterio cisterciense de Santa María de Armenteira, de estilo románico, donde finaliza esta primera parte.
Desde este lugar, comenzamos la ruta del río Chanca por un sendero que asciende por detrás del monasterio y que nos va a llevar por los municipios de Meis, Sanxenxo y Meaño siguiendo el curso del río.
Pasamos cerca de la aldea de Valboa y descendemos hacia el río da Chanca, también con gran encanto y que nos ofrece una estampa más silvestre y menos acondicionada que la ruta anterior en su primera parte.
Al llegar un punto, comenzamos también a contemplar los más de 20 molinos que se hallan en esta ruta, la mayoría rehabilitados, en un recorrido muy hermoso que va a finalizar en el área recreativa de Lores, que cuenta con un molino rehabilitado que funciona como bar.
MONASTERIO DE ARMENTEIRA
Se trata de un monasterio románico, del siglo XII, con reformas posteriores góticas, renacentistas y barrocas, cuyo origen está envuelto en leyenda.
Según la leyenda, fue fundado por Ero en 1149, caballero del rey Alfonso VII. Ero estaba casado y no tenía hijos, lo cual era causa de dolor para el y para su esposa. Una noche, ambos tuvieron un mismo sueño: la Virgen les aseguró que era voluntad de Dios que tuvieran muchos hijos espirituales.
Entonces Ero solicitó permiso al rey para dejar las armas y cumplir el deseo divino en honor de la Virgen María, tal y como se refiere en las Cantigas de Sta. María, autoría de Alfonso X El Sabio. Decidieron fundar dos monasterios. Ero solicitó monjes cistercienses a San Bernardo de Claraval, quien envió cuatro monjes con el fin de organizar la primera comunidad vinculada con el tiempo el Císter y que tuvo a Ero como primer abad durante 26 años, primero como miembro de la orden benedictina y luego como cisterciense.
Un día, Ero estaba paseando fuera del monasterio hasta que escuchó el canto de un mirlo, quedando cautivado por el mismo y sentándose bajo un árbol para contemplarlo. Entró en un profundo trance en el que pasó 300 años y cuando el canto acabó y regresó al monasterio, vio que nada era igual, entendió lo que había sucedido y murió en ese momento a los pies de los monjes.
En 1162 aparece por primera vez el nombre del monasterio en los documentos oficiales de la Orden Cisterciense. Siempre fue un monasterio modesto, con pocos monjes. Del primitivo monasterio sólo queda en pie la iglesia, que destaca por su sencillez y austeridad.
En el 1837 se abandona con la desamortización de Mendizábal, hasta el año 1989 en que llegan un grupo de monjas cistercienses que dieron de nuevo vida al lugar, organizando una hospedería y fabricando jabones naturales.
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