17 DE NOVIEMBRE DE 2018
RUTA DE LOS MIRADORES (TRAVESÍA INTEGRAL DE LA RIBEIRA SACRA)-PROYECTO RIBEIRA SACRA
Distancia: 21 km
Duración de la ruta: 6 horas
Dificultad: Media
Descripción de la ruta:
Se trata de una de las rutas más bellas y espectaculares que se pueden realizar en la Ribeira Sacra, en la cual tendremos la ocasión de contemplar inmejorables vistas sobre el Cañón del Sil.
Partiendo de Alberguería, la ruta nos conducirá por 11 de los miradores más impresionantes existentes en la Ribeira Sacra, ofreciendo una visión sin parangón de las riberas del Cañón del Sil en su parte más abrupta y accidentada, en la que apenas se cultivan viñedos.
Entre los miradores a visitar destacan: mirador natural de Alberguería, mirador das Escadas, mirador de Vilouxe, mirador da Columna, mirador de Cabezoás, mirador das Xariñas, mirador de Pena da Cividá, mirador de Sta. Cristina, mirador de Portela, mirador das Fontiñas, mirador do Fental y mirador de los Balcones de Madrid o de Os Torgais.
En segundo lugar, a lo largo de este recorrido tendremos la ocasión de recorrer los maravillosos bosques que pueblan esta zona de la Ribeira Sacra, practicamente inalterados, entre los que destacan soutos y robledales con ejemplares centenarios.
Por último, visitaremos el monasterio románico de Sta. Cristina, una de las joyas medievales de la Ribeira Sacra, enclavado en un bello paraje a orillas del Sil.
Se trata de una de las rutas más hermosas y espectaculares de la Ribeira Sacra, que nos va permitir obtener una magnífica visión del Cañón del Sil, contemplando el mismo desde 11 miradores diferentes.
Iniciamos la ruta en la localidad ourensana de Alberguería en el concello de Nogueira de Ramuín.
Atravesamos la población y nos encaminamos por distintos caminos hacia el borde del cañón del Sil, que se encuentra cercano. De esta forma llegamos a un recóndito lugar, el mirador natural de Alberguería, donde tenemos una visión majestuosa del Cañón del Sil, a vista de pájaro y bastante cerca, que seguro nos dejará asombrados por su belleza.
Continuamos ruta volviendo hacia el interior y bordeando la aldea de Cerreda hasta llegar a un desvío muy poco patente que nos va a conducir al segundo de los miradores de la ruta: el mirador das Escadas, poco conocido y también espectacular, desde el cual se puede contemplar una buena curva del Cañón del Sil.
Seguimos por caminos tradicionales y en ocasiones entre hermosos bosques hasta llegar a la aldea de Vilouxe, bonita aldea en la cual tomamos un desvío que nos dirige al mirador de Vilouxe o de Loureiro, sin duda uno de los más impresionantes de la Ribeira Sacra, en la cual tenemos una vista de ensueño del cañón, con un amplísimo meandro ante nosotros, denominado el Cotarro das Boedas. El mirador tiene dos partes en las cuales se ven distintas secciones del cañón.
Regresamos a Vilouxe y pasamos por delante de un peto de ánimas, que son una de las manifestaciones materiales del culto a los muertos. Se trata de sencillos monumentos de tipo religioso, similar a un pequeño altar con una cruz en lo alto con imágenes de las ánimas en el fuego del purgatorio y una figura que las vela (santo, rey u obispo). En la parte frontal aparece un peto o hucha para depositar la limosna y protegido con una reja o un cristal. Están asociados a la idea del purgatorio y es frecuente encontrarlos en caminos, encrucijadas, atrios de iglesias, etc. Su finalidad es la de ofrecer limosnas de todo tipo a las ánimas del Purgatorio, siendo su castigo temporal y pudiendo así alcanzar el Cielo. En compensación, una vez liberadas intercederán por quienes realizaron las ofrendas.
Nos introducimos en los bellos bosques que pueblan esta comarca y llegado un punto ascendemos un repecho hasta alcanzar el lugar donde se encuentra el mirador da Columna, a 785 metros de altura, que también es muy hermoso y desde el cual se contempla de nuevo el meandro del Cotarro das Boedas desde otra perspectiva. El mirador se halla en un acantilado que alcanza los 500 metros de desnivel y enfrente, en la provincia de Lugo, veremos el mirador da Cividade y el de O Boqueiriño.
Desde el mirador, salimos a la carretera y continuamos por asfalto durante 1 km hasta llegar al Mirador de Cabezoás, muy accesible al estar pegado a la carretera. Está situado a unos 850 metros de altitud y es uno de los miradores más altos de la Ribeira Sacra, desde el cual tendremos una buena vista, algo más lejana que en los anteriores, sobre el meandro del Cotarro das Boedas.
Proseguimos nuestro itinerario, dejando el asfalto y continuando por un camino entre monte bajo, que comienza a descender hasta llegar a la aldea de Castro. En esta aldea, medio oculto por estar practicamente cercado por un cámping que impide el paso, se halla otro de los miradores más bellos de la Ribeira Sacra: el mirador de Xariñas, con dos plataformas para contemplar los acantilados de este punto del cañón de casi 400 metros de altura.
Cercano al mirador de Xariñas, se halla el banco panorámico das Xariñas de Castro, en un precioso lugar para contemplar cómodamente el Cañón del Sil, y unos metros más adelante, otro mirador más: el Mirador de Pena da Cividá, también auténticamente espectacular, situado en una elevación a 638 metros de altura.
Al lado del mirador de Pena da Cividá, se hallan los restos del castro da Cividá, poblado fortificado de la Edad de Bronce (2500-800 a.C) delimitado por una potente muralla perimetral de piedra, que complementa sus condiciones naturales de defensa por el norte y sur, por donde hay acantilados que caen hacia el Sil. Se trata de uno de los diversos castros a orillas de los acantilados del río Sil que nos señalan como el Sil fue ocupado desde la prehistoria en busca de sus recursos naturales: la pesca, la comunicación fluvial o las buenas defensas naturales que ofrecía a los asentamientos humanos.
En los trabajos arqueológicos desarrollados en 2014 no se encontraron restos de estructuras domésticas, lo que lleva a pensar que las personas que vivieron en este lugar no habitaron cabañas permanentes de piedra, sino chabolas levantadas con materiales perecederos. También se encontraron restos cerámicos, y vestigios romanos lo que evidencia que el sitio fue ocupado. La razón de ser de este yacimiento parece estar vinculada al control del paso hacia la comarca de Lemos, la vigilancia del camino de Sta. Cristina y del propio monasterio.
Continuamos la ruta enlazando con la ruta de pequeño recorrido que desciende hacia el monasterio de Sta. Cristina, en medio de hermosos bosques. Desemboca en la carretera, donde nos encontraremos otro pequeño mirador que nos ofrece uun buen paisaje de esta zona.
Seguimos descendiendo por sendero hasta llegar a una de las joyas medievales de la Ribeira Sacra: el monasterio románico de Santa Cristina de Ribas de Sil, situado en un precioso lugar, totalmente inmerso en en el bosque, que cuenta con una valiosa iglesia románica que es visitable, además de un claustro y dependencias anexas.
Tras ver el monasterio, ahora nos toca ascender por un sendero que nos introduce en el maravilloso souto de Sta. Cristina, bosque auténticamente de cuento de hadas, con un verde muy intenso debido a la cantidad de musgo que hay por todas partes.
Al llegar un punto, comenzamos un fuerte ascenso que nos llevará hasta la aldea de Portela, a unos 540 metros de altura.
Desde aquí seguimos por caminos hasta el borde del cañón, donde se encuentra el mirador natural de Portela.
Comenzamos un bello recorrido en este punto que discurre a media ladera con magníficas vistas del cañón del Sil hasta desembocar en una pista que nos va a dirigir a 3 nuevos miradores: el mirador das Fontiñas, el más pequeño, y algo más adelante el mirador do Fental, que es otro de los más espectaculares de la Ribeira Sacra, con un extraordinario ángulo de visión del Cañón del Sil y desde el cual se divisa enfrente en el concello de Sober el santuario de Cadeiras.
A continuación, accedemos a uno de los miradores más conocidos, visitados y también más bonitos de la Ribeira Sacra, el mirador de los Balcones de Madrid, también conocido como mirador dos Torgais, situado a 500 metros de altura y que cuenta con dos secciones para poder admirar el Cañón del Sil. Enfrente veremos de nuevo el santuario de Cadeiras, en Sober. La denominación de Balcones de Madrid surgió porque Parada de Sil fue una zona de barquilleros y afiladores y la mayoría de ellos emigraron a Madrid a buscar fortuna, y se dice que se despedían desde este lugar porque desde aquí veían alejarse a las embarcaciones hasta la estación de tren más cercana.
Cerca del mirador se halla el Foso del Lobo, una antigua construcción tradicional que se empleaba para cazar a este animal.
Proseguimos la ruta por una pista en descenso bordeando el cañón, hasta llegar un punto donde nos desviamos por una carrioza, los antiguos caminos entre muros típicos de la Ribeira Sacra, que en esta zona alcanzan una gran belleza.
Salimos a la aldea de Fondo de Vila, bonita población que atravesaremos para finalmente alcanzar Parada de Sil, donde finalizaremos esta fascinante travesía.
EL MONASTERIO DE STA. CRISTINA
En el siglo VI, monjes como San Martín Dumiense y San Fructuoso de Braga llegan a estas tierras e impulsan dentro de la orden benedictina los asentamientos eremíticos en lugares despoblados, ajenos al mundanal bullicio, donde el "ora et labora" se pueda llevar a cabo en la soledad y el silencio requeridos. Estos asentamientos son los que más tarde darían origen a los grandes monasterios.
La Ribeira Sacra fue uno de esos lugares de la vida eremítica, un vergel de oración donde se van a erigir las iglesias de estos monasterios con una clara y eficaz misión pastoril. En esta zona, paraje de excepcional riqueza natural, se construirán a lo largo del tiempo 18 monasterios medievales, cuyas iglesias representan alguno de los modelos más emblemáticos del románico peninsular.
El Monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil, de estilo románico, es uno de los grandes templos de la Ribeira Sacra, teniendo el máximo interés desde el punto de vista artístico y arquitectónico.
Está enclavado en un bello paraje a orillas del río Sil, en el souto de Merilán, debajo del Monte Varona, en el municipio de Parada de Sil. Sus orígenes son inciertos y, como se comentó antes, seguramente fue inicialmente un centro eremítico, transformándose posteriormente en un cenobio.
Las primeras menciones documentales datan de finales del siglo X. El monasterio, con importantes privilegios reales y protección papal, tenía una amplia jurisdicción en un amplio tramo del río Sil, explotando la agricultura, la vid, los castaños y los recursos fluviales. Con el transcurso de la historia, tras siglos de decadencia, en 1508 pasa a depender, en calidad de priorato, del monasterio de San Esteban de Ribas de Sil. En el siglo XIX queda abandonado con la desamortización de Mendizábal y pasa a manos particulares que lo destinana a granja de labor.
El templo, a pesar de que se encuentra parcialmente en ruinas, cuenta con una iglesia románica (s. XII) de altísimo valor con un magnífico rosetón, valiosas pinturas murales y un hermoso claustro.
Además de su gran importancia arquitectónica e histórica, algo que poca gente sabe es que el monasterio es uno de los refugios de murciélagos más importantes que se concen en Galicia. Alberga una pequeña colonia de murciélago de herradura pequeño en su iglesia, y además se han encontrado al menos otras 12 especies, algunas de las cuales como el murciélago de herradura grande, el orejudo gris o el murciélago ratonero parto, también crían en él.
El murciélago de herradura pequeño (Rhinolophus hipposideros) es de tamaño pequeño, llega a vivir 20 años, y tiene una nariz con forma de herradura. Utiliza habitualmente construcciones humanas durante la época de cría y muestra una fuerte tendencia a retornar año tras año al mismo refugio de cría. Se alimenta exclusivamente de pequeños insectos como típulas y mariposas nocturnas, por lo que resulta un eficaz aliado contra algunas plagas de cultivos y praderías.
RUTA DE LOS MIRADORES (TRAVESÍA INTEGRAL DE LA RIBEIRA SACRA)-PROYECTO RIBEIRA SACRA
Distancia: 21 km
Duración de la ruta: 6 horas
Dificultad: Media
Descripción de la ruta:
Se trata de una de las rutas más bellas y espectaculares que se pueden realizar en la Ribeira Sacra, en la cual tendremos la ocasión de contemplar inmejorables vistas sobre el Cañón del Sil.
Partiendo de Alberguería, la ruta nos conducirá por 11 de los miradores más impresionantes existentes en la Ribeira Sacra, ofreciendo una visión sin parangón de las riberas del Cañón del Sil en su parte más abrupta y accidentada, en la que apenas se cultivan viñedos.
Entre los miradores a visitar destacan: mirador natural de Alberguería, mirador das Escadas, mirador de Vilouxe, mirador da Columna, mirador de Cabezoás, mirador das Xariñas, mirador de Pena da Cividá, mirador de Sta. Cristina, mirador de Portela, mirador das Fontiñas, mirador do Fental y mirador de los Balcones de Madrid o de Os Torgais.
En segundo lugar, a lo largo de este recorrido tendremos la ocasión de recorrer los maravillosos bosques que pueblan esta zona de la Ribeira Sacra, practicamente inalterados, entre los que destacan soutos y robledales con ejemplares centenarios.
Por último, visitaremos el monasterio románico de Sta. Cristina, una de las joyas medievales de la Ribeira Sacra, enclavado en un bello paraje a orillas del Sil.
Se trata de una de las rutas más hermosas y espectaculares de la Ribeira Sacra, que nos va permitir obtener una magnífica visión del Cañón del Sil, contemplando el mismo desde 11 miradores diferentes.
Iniciamos la ruta en la localidad ourensana de Alberguería en el concello de Nogueira de Ramuín.
Atravesamos la población y nos encaminamos por distintos caminos hacia el borde del cañón del Sil, que se encuentra cercano. De esta forma llegamos a un recóndito lugar, el mirador natural de Alberguería, donde tenemos una visión majestuosa del Cañón del Sil, a vista de pájaro y bastante cerca, que seguro nos dejará asombrados por su belleza.
Continuamos ruta volviendo hacia el interior y bordeando la aldea de Cerreda hasta llegar a un desvío muy poco patente que nos va a conducir al segundo de los miradores de la ruta: el mirador das Escadas, poco conocido y también espectacular, desde el cual se puede contemplar una buena curva del Cañón del Sil.
Seguimos por caminos tradicionales y en ocasiones entre hermosos bosques hasta llegar a la aldea de Vilouxe, bonita aldea en la cual tomamos un desvío que nos dirige al mirador de Vilouxe o de Loureiro, sin duda uno de los más impresionantes de la Ribeira Sacra, en la cual tenemos una vista de ensueño del cañón, con un amplísimo meandro ante nosotros, denominado el Cotarro das Boedas. El mirador tiene dos partes en las cuales se ven distintas secciones del cañón.
Regresamos a Vilouxe y pasamos por delante de un peto de ánimas, que son una de las manifestaciones materiales del culto a los muertos. Se trata de sencillos monumentos de tipo religioso, similar a un pequeño altar con una cruz en lo alto con imágenes de las ánimas en el fuego del purgatorio y una figura que las vela (santo, rey u obispo). En la parte frontal aparece un peto o hucha para depositar la limosna y protegido con una reja o un cristal. Están asociados a la idea del purgatorio y es frecuente encontrarlos en caminos, encrucijadas, atrios de iglesias, etc. Su finalidad es la de ofrecer limosnas de todo tipo a las ánimas del Purgatorio, siendo su castigo temporal y pudiendo así alcanzar el Cielo. En compensación, una vez liberadas intercederán por quienes realizaron las ofrendas.
Nos introducimos en los bellos bosques que pueblan esta comarca y llegado un punto ascendemos un repecho hasta alcanzar el lugar donde se encuentra el mirador da Columna, a 785 metros de altura, que también es muy hermoso y desde el cual se contempla de nuevo el meandro del Cotarro das Boedas desde otra perspectiva. El mirador se halla en un acantilado que alcanza los 500 metros de desnivel y enfrente, en la provincia de Lugo, veremos el mirador da Cividade y el de O Boqueiriño.
Desde el mirador, salimos a la carretera y continuamos por asfalto durante 1 km hasta llegar al Mirador de Cabezoás, muy accesible al estar pegado a la carretera. Está situado a unos 850 metros de altitud y es uno de los miradores más altos de la Ribeira Sacra, desde el cual tendremos una buena vista, algo más lejana que en los anteriores, sobre el meandro del Cotarro das Boedas.
Proseguimos nuestro itinerario, dejando el asfalto y continuando por un camino entre monte bajo, que comienza a descender hasta llegar a la aldea de Castro. En esta aldea, medio oculto por estar practicamente cercado por un cámping que impide el paso, se halla otro de los miradores más bellos de la Ribeira Sacra: el mirador de Xariñas, con dos plataformas para contemplar los acantilados de este punto del cañón de casi 400 metros de altura.
Cercano al mirador de Xariñas, se halla el banco panorámico das Xariñas de Castro, en un precioso lugar para contemplar cómodamente el Cañón del Sil, y unos metros más adelante, otro mirador más: el Mirador de Pena da Cividá, también auténticamente espectacular, situado en una elevación a 638 metros de altura.
Al lado del mirador de Pena da Cividá, se hallan los restos del castro da Cividá, poblado fortificado de la Edad de Bronce (2500-800 a.C) delimitado por una potente muralla perimetral de piedra, que complementa sus condiciones naturales de defensa por el norte y sur, por donde hay acantilados que caen hacia el Sil. Se trata de uno de los diversos castros a orillas de los acantilados del río Sil que nos señalan como el Sil fue ocupado desde la prehistoria en busca de sus recursos naturales: la pesca, la comunicación fluvial o las buenas defensas naturales que ofrecía a los asentamientos humanos.
En los trabajos arqueológicos desarrollados en 2014 no se encontraron restos de estructuras domésticas, lo que lleva a pensar que las personas que vivieron en este lugar no habitaron cabañas permanentes de piedra, sino chabolas levantadas con materiales perecederos. También se encontraron restos cerámicos, y vestigios romanos lo que evidencia que el sitio fue ocupado. La razón de ser de este yacimiento parece estar vinculada al control del paso hacia la comarca de Lemos, la vigilancia del camino de Sta. Cristina y del propio monasterio.
Continuamos la ruta enlazando con la ruta de pequeño recorrido que desciende hacia el monasterio de Sta. Cristina, en medio de hermosos bosques. Desemboca en la carretera, donde nos encontraremos otro pequeño mirador que nos ofrece uun buen paisaje de esta zona.
Seguimos descendiendo por sendero hasta llegar a una de las joyas medievales de la Ribeira Sacra: el monasterio románico de Santa Cristina de Ribas de Sil, situado en un precioso lugar, totalmente inmerso en en el bosque, que cuenta con una valiosa iglesia románica que es visitable, además de un claustro y dependencias anexas.
Tras ver el monasterio, ahora nos toca ascender por un sendero que nos introduce en el maravilloso souto de Sta. Cristina, bosque auténticamente de cuento de hadas, con un verde muy intenso debido a la cantidad de musgo que hay por todas partes.
Al llegar un punto, comenzamos un fuerte ascenso que nos llevará hasta la aldea de Portela, a unos 540 metros de altura.
Desde aquí seguimos por caminos hasta el borde del cañón, donde se encuentra el mirador natural de Portela.
Comenzamos un bello recorrido en este punto que discurre a media ladera con magníficas vistas del cañón del Sil hasta desembocar en una pista que nos va a dirigir a 3 nuevos miradores: el mirador das Fontiñas, el más pequeño, y algo más adelante el mirador do Fental, que es otro de los más espectaculares de la Ribeira Sacra, con un extraordinario ángulo de visión del Cañón del Sil y desde el cual se divisa enfrente en el concello de Sober el santuario de Cadeiras.
A continuación, accedemos a uno de los miradores más conocidos, visitados y también más bonitos de la Ribeira Sacra, el mirador de los Balcones de Madrid, también conocido como mirador dos Torgais, situado a 500 metros de altura y que cuenta con dos secciones para poder admirar el Cañón del Sil. Enfrente veremos de nuevo el santuario de Cadeiras, en Sober. La denominación de Balcones de Madrid surgió porque Parada de Sil fue una zona de barquilleros y afiladores y la mayoría de ellos emigraron a Madrid a buscar fortuna, y se dice que se despedían desde este lugar porque desde aquí veían alejarse a las embarcaciones hasta la estación de tren más cercana.
Cerca del mirador se halla el Foso del Lobo, una antigua construcción tradicional que se empleaba para cazar a este animal.
Proseguimos la ruta por una pista en descenso bordeando el cañón, hasta llegar un punto donde nos desviamos por una carrioza, los antiguos caminos entre muros típicos de la Ribeira Sacra, que en esta zona alcanzan una gran belleza.
Salimos a la aldea de Fondo de Vila, bonita población que atravesaremos para finalmente alcanzar Parada de Sil, donde finalizaremos esta fascinante travesía.
EL MONASTERIO DE STA. CRISTINA
En el siglo VI, monjes como San Martín Dumiense y San Fructuoso de Braga llegan a estas tierras e impulsan dentro de la orden benedictina los asentamientos eremíticos en lugares despoblados, ajenos al mundanal bullicio, donde el "ora et labora" se pueda llevar a cabo en la soledad y el silencio requeridos. Estos asentamientos son los que más tarde darían origen a los grandes monasterios.
La Ribeira Sacra fue uno de esos lugares de la vida eremítica, un vergel de oración donde se van a erigir las iglesias de estos monasterios con una clara y eficaz misión pastoril. En esta zona, paraje de excepcional riqueza natural, se construirán a lo largo del tiempo 18 monasterios medievales, cuyas iglesias representan alguno de los modelos más emblemáticos del románico peninsular.
El Monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil, de estilo románico, es uno de los grandes templos de la Ribeira Sacra, teniendo el máximo interés desde el punto de vista artístico y arquitectónico.
Está enclavado en un bello paraje a orillas del río Sil, en el souto de Merilán, debajo del Monte Varona, en el municipio de Parada de Sil. Sus orígenes son inciertos y, como se comentó antes, seguramente fue inicialmente un centro eremítico, transformándose posteriormente en un cenobio.
Las primeras menciones documentales datan de finales del siglo X. El monasterio, con importantes privilegios reales y protección papal, tenía una amplia jurisdicción en un amplio tramo del río Sil, explotando la agricultura, la vid, los castaños y los recursos fluviales. Con el transcurso de la historia, tras siglos de decadencia, en 1508 pasa a depender, en calidad de priorato, del monasterio de San Esteban de Ribas de Sil. En el siglo XIX queda abandonado con la desamortización de Mendizábal y pasa a manos particulares que lo destinana a granja de labor.
El templo, a pesar de que se encuentra parcialmente en ruinas, cuenta con una iglesia románica (s. XII) de altísimo valor con un magnífico rosetón, valiosas pinturas murales y un hermoso claustro.
Además de su gran importancia arquitectónica e histórica, algo que poca gente sabe es que el monasterio es uno de los refugios de murciélagos más importantes que se concen en Galicia. Alberga una pequeña colonia de murciélago de herradura pequeño en su iglesia, y además se han encontrado al menos otras 12 especies, algunas de las cuales como el murciélago de herradura grande, el orejudo gris o el murciélago ratonero parto, también crían en él.
El murciélago de herradura pequeño (Rhinolophus hipposideros) es de tamaño pequeño, llega a vivir 20 años, y tiene una nariz con forma de herradura. Utiliza habitualmente construcciones humanas durante la época de cría y muestra una fuerte tendencia a retornar año tras año al mismo refugio de cría. Se alimenta exclusivamente de pequeños insectos como típulas y mariposas nocturnas, por lo que resulta un eficaz aliado contra algunas plagas de cultivos y praderías.
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