18 OCTUBRE 2008
RUTA DE LA COBA (LOS OSCOS)
Distancia:15 km.
Duración de la ruta: 5 horas
Dificultad: Media
Descripción de la ruta:
El comienzo de la ruta se sitúa en la aldea de Ferreira, hermosa población ubicada en el ayuntamiento de Sta. Eulalia de Oscos, que se encuentra completamente restaurada y donde podremos admirar la arquitectura típica popular de esta zona asturiana con sus hórreos y las casas amplias de grandes muros de piedra, techos de pizarra, pequeñas ventanas para evitar que entre el frío, y con fuertes vigas de castaño y roble que sustentan toda la estructura. Además, como particularidad, esta aldea presenta centenarias parras que a modo de túneles cubren algunas de sus estrechas calles, hecho que la diferencia de cualquier otra población de la zona.
Después de un merecido paseo por el pueblo, iniciamos el descenso por una pista de cemento que nos conduce hasta el fondo del valle donde se encuentra el río Agüeira y el área recreativa de Ferreira, lugar propicio para el descanso y el relax.
Pasamos el puente y ya nos despedimos del buen camino, cogiendo un pequeño sendero que se interna en un hermoso bosque mixto y que comienza a subir duramente para alcanzar altura.
Al poco comenzamos a ver algunos de los elementos etnográficos tradicionales que abundan por la zona, como son los cortines, construcción circular de muros altos de piedra destinada a proteger las colmenas situadas en su interior y de esta forma evitar los ataques de los osos y otros animales; también algún molino en ruinas, y un buen número de corripas, pequeñas construcciones circulares de piedra donde se acumulaban los erizos de las castañas.
Después de un pequeño desvío para ir a un mirador natural, continuamos el sendero cada vez más metidos en unos bosques fabulosos de auténtico cuento de hadas, y que caracterizan a la región de los Oscos. Continuamos ya más cómodos por un sendero que discurre a media ladera bordeando los montes da Rubia y Pena Casais, con unas vistas excepcionales de los valles y de las masas boscosas que contienen.
Después de este rato de disfrute visual llegamos a la aldea deshabitada de la Coba, lugar mágico y muy aislado que por desgracia se encuentra en grave decadencia por el abandono. Seguimos ya por buen camino hasta salir a la carretera que nos dirige por dos aldeas típicas de la zona: Penedo y A Coba, esta última encantadora y muy tradicional, también algo aislada (aquí remata la carretera) y con la bonita iglesia de Sta. María.
Cruzamos la aldea, dejamos que de nuevo nos engulla el bosque, y nos dirigimos al puente de la Coba, donde vierten sus aguas el río Allonca en el Agüeira. Nos volvemos a desviar a la derecha por otro puente de madera e iniciamos el continuado y duro ascenso por un sendero algo cerrado que nos lleva hasta otra pequeña aldea completamente deshabitada y abandonada ya hace años, denominada Valías, donde ya sólo quedan las ruínas de alguna casa y de la capilla.
Seguimos la ruta por sendero atravesando zonas de monte bajo y pequeños bosquetes de vegetación mixta, siempre subiendo, hasta conseguir los 600 m de altitud, donde ya podemos deleitarnos con unas maravillosas vistas de toda la sierra y el fondo del valle, con algunos de los pueblos que acabamos de recorrer.
Finalmente, tras otro trecho a media ladera y después de otra fuerte subida, llegamos a la carretera que nos conduce a la aldea de Nonide, con la iglesia de Nuestra Sra. de los Remedios.
Atravesamos el pueblo y nos desviamos a la izquierda por un camino, y después de nuevo a la izquierda por un sendero que comienza a descender en medio del bosque. Salimos a media ladera y disfrutamos de buenas vistas del cañón del río Agüeira, hasta que finalmente iniciamos el descenso final que nos llevará sin pérdida de nuevo a la aldea inicial de Ferreira, donde nos refrescaremos en su fuente.
RUTA DE LA COBA (LOS OSCOS)
Distancia:15 km.
Duración de la ruta: 5 horas
Dificultad: Media
Descripción de la ruta:
El comienzo de la ruta se sitúa en la aldea de Ferreira, hermosa población ubicada en el ayuntamiento de Sta. Eulalia de Oscos, que se encuentra completamente restaurada y donde podremos admirar la arquitectura típica popular de esta zona asturiana con sus hórreos y las casas amplias de grandes muros de piedra, techos de pizarra, pequeñas ventanas para evitar que entre el frío, y con fuertes vigas de castaño y roble que sustentan toda la estructura. Además, como particularidad, esta aldea presenta centenarias parras que a modo de túneles cubren algunas de sus estrechas calles, hecho que la diferencia de cualquier otra población de la zona.
Después de un merecido paseo por el pueblo, iniciamos el descenso por una pista de cemento que nos conduce hasta el fondo del valle donde se encuentra el río Agüeira y el área recreativa de Ferreira, lugar propicio para el descanso y el relax.
Pasamos el puente y ya nos despedimos del buen camino, cogiendo un pequeño sendero que se interna en un hermoso bosque mixto y que comienza a subir duramente para alcanzar altura.
Al poco comenzamos a ver algunos de los elementos etnográficos tradicionales que abundan por la zona, como son los cortines, construcción circular de muros altos de piedra destinada a proteger las colmenas situadas en su interior y de esta forma evitar los ataques de los osos y otros animales; también algún molino en ruinas, y un buen número de corripas, pequeñas construcciones circulares de piedra donde se acumulaban los erizos de las castañas.
Después de un pequeño desvío para ir a un mirador natural, continuamos el sendero cada vez más metidos en unos bosques fabulosos de auténtico cuento de hadas, y que caracterizan a la región de los Oscos. Continuamos ya más cómodos por un sendero que discurre a media ladera bordeando los montes da Rubia y Pena Casais, con unas vistas excepcionales de los valles y de las masas boscosas que contienen.
Después de este rato de disfrute visual llegamos a la aldea deshabitada de la Coba, lugar mágico y muy aislado que por desgracia se encuentra en grave decadencia por el abandono. Seguimos ya por buen camino hasta salir a la carretera que nos dirige por dos aldeas típicas de la zona: Penedo y A Coba, esta última encantadora y muy tradicional, también algo aislada (aquí remata la carretera) y con la bonita iglesia de Sta. María.
Cruzamos la aldea, dejamos que de nuevo nos engulla el bosque, y nos dirigimos al puente de la Coba, donde vierten sus aguas el río Allonca en el Agüeira. Nos volvemos a desviar a la derecha por otro puente de madera e iniciamos el continuado y duro ascenso por un sendero algo cerrado que nos lleva hasta otra pequeña aldea completamente deshabitada y abandonada ya hace años, denominada Valías, donde ya sólo quedan las ruínas de alguna casa y de la capilla.
Seguimos la ruta por sendero atravesando zonas de monte bajo y pequeños bosquetes de vegetación mixta, siempre subiendo, hasta conseguir los 600 m de altitud, donde ya podemos deleitarnos con unas maravillosas vistas de toda la sierra y el fondo del valle, con algunos de los pueblos que acabamos de recorrer.
Finalmente, tras otro trecho a media ladera y después de otra fuerte subida, llegamos a la carretera que nos conduce a la aldea de Nonide, con la iglesia de Nuestra Sra. de los Remedios.
Atravesamos el pueblo y nos desviamos a la izquierda por un camino, y después de nuevo a la izquierda por un sendero que comienza a descender en medio del bosque. Salimos a media ladera y disfrutamos de buenas vistas del cañón del río Agüeira, hasta que finalmente iniciamos el descenso final que nos llevará sin pérdida de nuevo a la aldea inicial de Ferreira, donde nos refrescaremos en su fuente.
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