25 DE OCTUBRE DE 2014
RUTA DO XABRIÑA (COVELO-PONTEVEDRA)
Distancia:18 km
Duración de la ruta: 6 horas
Dificultad: Media
Tipo de ruta: Ruta circular
Descripción de la ruta:
Se trata de una de las rutas fluviales más bellas de toda Galicia, que recorre uno de los tramos más hermosos del río Xabriña, en el municipio de Covelo, de gran riqueza natural y etnográfica, y donde se encuentra una de las masas boscosas más importantes de Pontevedra, destacando la Fraga de Millariñas y la Fraga das Chozas.
A lo largo de la ruta caminaremos rodeados de impresionantes bosques y de una exhuberante vegetación, atravesando aislados y fascinantes lugares que recuerdan la magia de los cuentos de hadas.
Además de los bosques, este itinerario es una auténtica joya etnográfica y cultural, pudiendo contemplar un gran número de elementos variados y muy interesantes, entre los que se encuentran más de 20 antiguos molinos tradicionales, que fueron básicos para poder sobrevivir en las aldeas de la zona, los lagares de cera, que reflejan la importancia del oficio de cereiro en la comarca, y otros elementos como fuentes, puentes, caminos tradicionales, iglesias, canales y petos de ánimas.
Por último, recorreremos varias aldeas del municipio, entre las que se encuentran Paraños, Prado de Canda, Corzós y Currelos, con sus construcciones y elementos etnográficos.
El río Xabriña, afluente del Tea, es el verdadero protagonista de esta bella ruta circular, que discurre por las parroquias de Paraños, Prado de Canda y Lamosa, dentro de zona protegida por la Red Natura. La ruta combina a la perfección los valores naturales con el rico patrimonio etnográfico de la zona y está conformada por dos anillos que tienen su punto de encuentro en el hermoso Ponte Folón. El primer anillo, desde Paraños hasta el puente, va en paralelo al río Xabriña, disfrutando de una variada vegetación y fascinantes bosques, además de un gran número de molinos tradicionales. El segundo anillo, que pasa por Prado y A Lamosa, nos permitirá descubrir caminos históricos, arquitectura rural y elementos etnográficos como los lagares, que dan idea de la importancia que tuvo el oficio de cereiro en la zona.
Iniciamos esta hermosa ruta en la localidad de Paraños, en el concello de Covelo (Pontevedra), junto al área recreativa del pueblo.
Desde aquí nos dirigimos hacia la plaza de Portacortiñas, con una buena fuente, para recorrer la pequeña aldea. Enseguida llegamos al lugar donde se encuentra un pequeño conjunto etnográfico formado por un antiguo lagar de cera, donde se procesaba la cera de las abejas, una "eira da cera", donde se blanqueaba la cera al sol, y un hórreo. El lagar se encuentra restaurado y permite conocer el trabajo del antiguo oficio de cereiro, y que vamos a volver a ver en otros puntos del recorrido. El viejo oficio de cereiro tuvo una gran importancia en el concello de Covelo y durante siglos estos elaboraron velas, exvotos y bloques de cera amarilla y blanca.
Un poco más adelante entramos en el barrio de Margarida del pueblo y vemos el primero de varios petos de ánimas que hay en el recorrido, monumentos de piedra de carácter religioso con imágenes y un peto o hucha para depositar limosna a las ánimas del Purgatorio, para que una vez liberadas y que alcancen el Cielo, intercedan por quien ha hecho la ofrenda.
Algo más adelante, llegamos a la iglesia de Santa María de Paraños, muy bonita y bien conservada, del siglo XVIII.
Salimos del pueblo y tomamos un camino que nos conduce hacia el río y nos introduce en los primeros bosques del recorrido. Alcanzamos enseguida el "muiño do Fundego", el primero de los numerosos molinos que encontraremos a lo largo del recorrido, que son un auténtico tesoro etnográfico y muestran la gran importancia que tuvo esta actividad en la comarca y que fue básica para sobrevivir en tiempos duros. Atravesamos el río Xabriña por "a ponte da Lagoa", pasamos por delante de la "Fonte da Fame" que vierte directamente al río y comenzamos una sucesión de molinos, algunos en buen estado de conservación: muiño do Reconcón, das Medelas, de Paquito, de Rita, das Brasileiras y do Outeiro.
Caminamos ahora por el interior de los fascinantes bosques en esta zona del recorrido, con diversos tipos de árboles y variada vegetación, hasta llegar a la zona donde se encuentra "a Ponte de Roupeiro" donde existe un área recreativa que invita al descanso y también se halla el "muiño da Ponte". Seguimos avanzando entre el tupido bosque visitando más molinos: muiños do Peso e dos Durán, muiño da Feixa, da Fraga do Rei e das Tapadas, hasta llegar a donde se encuentra o Pozo do Demo, corto cañón fluvial de 10 metros de profundidas y poco más de 1 metro de anchura, donde hay una pequeña pequeña caída de agua.
Seguimos avanzando entre el bosque hasta llegar a "a ponte de Portaseixas". A partir de aquí vamos por lo más profundo del bosque, pegados al río, en medio de un ambiente mágico, hasta llegar a donde desemboca el río Azal, que seguiremos un tramo hacia el interior.
Siguiendo dicho río Azal, nos introducimos en la "fraga das Millariñas", espectacular bosque con gran variedad de árboles: robles, laureles, acebos, avellanos, alisos, sauces, etc. donde merece la pena detenerse para ver el maravilloso entorno.
Volvemos al entorno del río Xabriña y caminamos ahora por la "fraga das Chozas", otro de los fascinantes bosques que tapizan la zona. Después de un rato, pasamos por un puente y llegamos a otros dos molinos: "muiño de Veiga" y "muiño da Costa", alcanzando en unos minutos más el "ponte Folón" el más representativo y quizá más bonito de la ruta, por donde pasa un histórico camino que comunicaba Prado y A Lamosa: el Camino Real.
Algo más adelante llegamos a donde se hallan el "muiño da Ponte" y el "muiño de Parauta". A partir de este punto nos alejamos del río, y nos dirigimos por el antiguo Camino Real hasta llegar a la población de Aldea de Arriba, donde veremos el Peto de Ánimas de Prado de Canda.
Salimos del pueblo y nos dirigimos hacia zonas más abiertas, dándonos un respiro después de tanto bosque, ascendiendo un pequeño monte y accediendo al mirador de Cotos da Bouza, desde el cual contemplamos bellas vistas de las 3 parroquias por las que pasa la ruta, el valle del Xabriña y sierras lejanas como el Suido. Es el punto más alto del recorrido con 688 metros de longitud.
Continuamos ruta por zona rural, atravesando el pueblo de Corzós, para volver al río Xabriña a contemplar otros molinos: muiño do Codesal, das Ovellas y algún otro sin denominación conocida. Enseguida entramos en la aldea de Currelos, donde podemos ver los restos de edificaciones de los cereiros que había en la zona. Encontramos varias "eiras da cera" usadas para blanquear la cera obtenida de los lagares. Y también veremos otro peto: el Peto de Ánimas de Currelos.
Cruzamos la carretera y entramos en A Lamosa, donde nace el río Xabriña. Aquí podemos admirar la iglesia de San Bartolomé de A Lamosa y las ruinas de otro antiguo lagar de cera.
Salimos de la localidad y nos encaminamos de nuevo hacia el río para contemplar el "muiño da Grifa" y volver a introducirnos de nuevo en la Fraga das Chozas por la otra orilla del Xabriña. Este tramo de ruta es auténticamente inolvidable y muy hermoso, embebidos en lo más profundo del bosque, con el único sonido del agua y de nuestras pisadas y donde incluso en los días de sol más fuerte, apenas penetra la luz en su interior.
Algo más adelante seguimos la ruta por encima de la "Levada do Lugar", el canal más importante que llevaba agua a las fincas circundantes, para alcanzar de nuevo el Pozo do Demo, por la orilla contraria donde lo vimos inicialmente.
Pasamos por la aldea de Moeiros hasta que finalmente llegamos de nuevo a Paraños, punto de partida y final de esta fantástica ruta fluvial por el río Xabriña.
LOS PETOS DE ÁNIMAS
Se llaman petos de ánimas a una de las manifestaciones materiales del culto a los muertos y son, generalmente, sencillos monumentos de tipo religioso, similar a un pequeño altar con una cruz en lo alto con imágenes de las ánimas en el fuego del purgatorio y una figura que las vela (santo, rey u obispo). En la parte frontal aparece un peto o hucha para depositar la limosna y protegido con una reja o un cristal. Están asociados a la idea del purgatorio y es frecuente encontrarlos en caminos, encrucijadas, atrios de iglesias, etc.
Los historiadores y etnógrafos sitúan su aparición a partir de la Contrarreforma, datándose los más antiguos en el siglo XVII, aunque no sería hasta el siglo XVIII cuando se construyan con más profusión.
Su finalidad es la de ofrecer limosnas de todo tipo a las ánimas del Purgatorio, siendo su castigo temporal y pudiendo así alcanzar el Cielo. En compensación, una vez liberadas intercederán por quienes realizaron las ofrendas. Las limosnas no eran de carácter estrictamente monetario, también podía tratarse de productos agrícolas.
LAGARES DE CERA DE PARAÑOS
En el siglo XIX y mediados del XX se desarrolló en Paraños y A Lamosa una importante actividad manufacturera alrededor de la cera de abejas: "Os Cereiros". Para hacerse con la materia prima, los cereiros se desplazaban a finales del verano y principios del otoño por todo el contorno: Ribeiro, Serra do Suido, El Condado, Valle del Tea, haciéndose con la cera de las colmenas.
En los "lagares de cera" en sucesivos procesos de fundido, prensado y decantado, en tres recipientes de piedra contiguos, se limpiaba de restos la cera proveniente las colmenas y se hacia un bloque. A continuación, se volvía a fundir la cera y se dejaba caer en unos rodillos de madera en los que formaban una especie de escamas y se ponían a blanquear exponiéndolas al sol en las "eiras da cera", removiéndolas con un rastrillo de madera.
En un tercer proceso, con un cazo con cera fundida, se vertía lentamente, de arriba hacia abajo sobre los hilos, consecutivamente de modo que cada vez, la vela, adquiría mayor diámetro. Posteriormente, se "automatizó" el proceso y sirviéndose de aros de madera con varios radios, colocaban los hilos de algodón que en sucesivas inmersiones en cera caliente, acababan formando las típicas velas, que había en cada casa para las emergencias, cuando el suministro eléctrico no era lo estable que es hoy día.
RUTA DO XABRIÑA (COVELO-PONTEVEDRA)
Distancia:18 km
Duración de la ruta: 6 horas
Dificultad: Media
Tipo de ruta: Ruta circular
Descripción de la ruta:
Se trata de una de las rutas fluviales más bellas de toda Galicia, que recorre uno de los tramos más hermosos del río Xabriña, en el municipio de Covelo, de gran riqueza natural y etnográfica, y donde se encuentra una de las masas boscosas más importantes de Pontevedra, destacando la Fraga de Millariñas y la Fraga das Chozas.
A lo largo de la ruta caminaremos rodeados de impresionantes bosques y de una exhuberante vegetación, atravesando aislados y fascinantes lugares que recuerdan la magia de los cuentos de hadas.
Además de los bosques, este itinerario es una auténtica joya etnográfica y cultural, pudiendo contemplar un gran número de elementos variados y muy interesantes, entre los que se encuentran más de 20 antiguos molinos tradicionales, que fueron básicos para poder sobrevivir en las aldeas de la zona, los lagares de cera, que reflejan la importancia del oficio de cereiro en la comarca, y otros elementos como fuentes, puentes, caminos tradicionales, iglesias, canales y petos de ánimas.
Por último, recorreremos varias aldeas del municipio, entre las que se encuentran Paraños, Prado de Canda, Corzós y Currelos, con sus construcciones y elementos etnográficos.
El río Xabriña, afluente del Tea, es el verdadero protagonista de esta bella ruta circular, que discurre por las parroquias de Paraños, Prado de Canda y Lamosa, dentro de zona protegida por la Red Natura. La ruta combina a la perfección los valores naturales con el rico patrimonio etnográfico de la zona y está conformada por dos anillos que tienen su punto de encuentro en el hermoso Ponte Folón. El primer anillo, desde Paraños hasta el puente, va en paralelo al río Xabriña, disfrutando de una variada vegetación y fascinantes bosques, además de un gran número de molinos tradicionales. El segundo anillo, que pasa por Prado y A Lamosa, nos permitirá descubrir caminos históricos, arquitectura rural y elementos etnográficos como los lagares, que dan idea de la importancia que tuvo el oficio de cereiro en la zona.
Iniciamos esta hermosa ruta en la localidad de Paraños, en el concello de Covelo (Pontevedra), junto al área recreativa del pueblo.
Desde aquí nos dirigimos hacia la plaza de Portacortiñas, con una buena fuente, para recorrer la pequeña aldea. Enseguida llegamos al lugar donde se encuentra un pequeño conjunto etnográfico formado por un antiguo lagar de cera, donde se procesaba la cera de las abejas, una "eira da cera", donde se blanqueaba la cera al sol, y un hórreo. El lagar se encuentra restaurado y permite conocer el trabajo del antiguo oficio de cereiro, y que vamos a volver a ver en otros puntos del recorrido. El viejo oficio de cereiro tuvo una gran importancia en el concello de Covelo y durante siglos estos elaboraron velas, exvotos y bloques de cera amarilla y blanca.
Un poco más adelante entramos en el barrio de Margarida del pueblo y vemos el primero de varios petos de ánimas que hay en el recorrido, monumentos de piedra de carácter religioso con imágenes y un peto o hucha para depositar limosna a las ánimas del Purgatorio, para que una vez liberadas y que alcancen el Cielo, intercedan por quien ha hecho la ofrenda.
Algo más adelante, llegamos a la iglesia de Santa María de Paraños, muy bonita y bien conservada, del siglo XVIII.
Salimos del pueblo y tomamos un camino que nos conduce hacia el río y nos introduce en los primeros bosques del recorrido. Alcanzamos enseguida el "muiño do Fundego", el primero de los numerosos molinos que encontraremos a lo largo del recorrido, que son un auténtico tesoro etnográfico y muestran la gran importancia que tuvo esta actividad en la comarca y que fue básica para sobrevivir en tiempos duros. Atravesamos el río Xabriña por "a ponte da Lagoa", pasamos por delante de la "Fonte da Fame" que vierte directamente al río y comenzamos una sucesión de molinos, algunos en buen estado de conservación: muiño do Reconcón, das Medelas, de Paquito, de Rita, das Brasileiras y do Outeiro.
Caminamos ahora por el interior de los fascinantes bosques en esta zona del recorrido, con diversos tipos de árboles y variada vegetación, hasta llegar a la zona donde se encuentra "a Ponte de Roupeiro" donde existe un área recreativa que invita al descanso y también se halla el "muiño da Ponte". Seguimos avanzando entre el tupido bosque visitando más molinos: muiños do Peso e dos Durán, muiño da Feixa, da Fraga do Rei e das Tapadas, hasta llegar a donde se encuentra o Pozo do Demo, corto cañón fluvial de 10 metros de profundidas y poco más de 1 metro de anchura, donde hay una pequeña pequeña caída de agua.
Seguimos avanzando entre el bosque hasta llegar a "a ponte de Portaseixas". A partir de aquí vamos por lo más profundo del bosque, pegados al río, en medio de un ambiente mágico, hasta llegar a donde desemboca el río Azal, que seguiremos un tramo hacia el interior.
Siguiendo dicho río Azal, nos introducimos en la "fraga das Millariñas", espectacular bosque con gran variedad de árboles: robles, laureles, acebos, avellanos, alisos, sauces, etc. donde merece la pena detenerse para ver el maravilloso entorno.
Volvemos al entorno del río Xabriña y caminamos ahora por la "fraga das Chozas", otro de los fascinantes bosques que tapizan la zona. Después de un rato, pasamos por un puente y llegamos a otros dos molinos: "muiño de Veiga" y "muiño da Costa", alcanzando en unos minutos más el "ponte Folón" el más representativo y quizá más bonito de la ruta, por donde pasa un histórico camino que comunicaba Prado y A Lamosa: el Camino Real.
Algo más adelante llegamos a donde se hallan el "muiño da Ponte" y el "muiño de Parauta". A partir de este punto nos alejamos del río, y nos dirigimos por el antiguo Camino Real hasta llegar a la población de Aldea de Arriba, donde veremos el Peto de Ánimas de Prado de Canda.
Salimos del pueblo y nos dirigimos hacia zonas más abiertas, dándonos un respiro después de tanto bosque, ascendiendo un pequeño monte y accediendo al mirador de Cotos da Bouza, desde el cual contemplamos bellas vistas de las 3 parroquias por las que pasa la ruta, el valle del Xabriña y sierras lejanas como el Suido. Es el punto más alto del recorrido con 688 metros de longitud.
Continuamos ruta por zona rural, atravesando el pueblo de Corzós, para volver al río Xabriña a contemplar otros molinos: muiño do Codesal, das Ovellas y algún otro sin denominación conocida. Enseguida entramos en la aldea de Currelos, donde podemos ver los restos de edificaciones de los cereiros que había en la zona. Encontramos varias "eiras da cera" usadas para blanquear la cera obtenida de los lagares. Y también veremos otro peto: el Peto de Ánimas de Currelos.
Cruzamos la carretera y entramos en A Lamosa, donde nace el río Xabriña. Aquí podemos admirar la iglesia de San Bartolomé de A Lamosa y las ruinas de otro antiguo lagar de cera.
Salimos de la localidad y nos encaminamos de nuevo hacia el río para contemplar el "muiño da Grifa" y volver a introducirnos de nuevo en la Fraga das Chozas por la otra orilla del Xabriña. Este tramo de ruta es auténticamente inolvidable y muy hermoso, embebidos en lo más profundo del bosque, con el único sonido del agua y de nuestras pisadas y donde incluso en los días de sol más fuerte, apenas penetra la luz en su interior.
Algo más adelante seguimos la ruta por encima de la "Levada do Lugar", el canal más importante que llevaba agua a las fincas circundantes, para alcanzar de nuevo el Pozo do Demo, por la orilla contraria donde lo vimos inicialmente.
Pasamos por la aldea de Moeiros hasta que finalmente llegamos de nuevo a Paraños, punto de partida y final de esta fantástica ruta fluvial por el río Xabriña.
LOS PETOS DE ÁNIMAS
Se llaman petos de ánimas a una de las manifestaciones materiales del culto a los muertos y son, generalmente, sencillos monumentos de tipo religioso, similar a un pequeño altar con una cruz en lo alto con imágenes de las ánimas en el fuego del purgatorio y una figura que las vela (santo, rey u obispo). En la parte frontal aparece un peto o hucha para depositar la limosna y protegido con una reja o un cristal. Están asociados a la idea del purgatorio y es frecuente encontrarlos en caminos, encrucijadas, atrios de iglesias, etc.
Los historiadores y etnógrafos sitúan su aparición a partir de la Contrarreforma, datándose los más antiguos en el siglo XVII, aunque no sería hasta el siglo XVIII cuando se construyan con más profusión.
Su finalidad es la de ofrecer limosnas de todo tipo a las ánimas del Purgatorio, siendo su castigo temporal y pudiendo así alcanzar el Cielo. En compensación, una vez liberadas intercederán por quienes realizaron las ofrendas. Las limosnas no eran de carácter estrictamente monetario, también podía tratarse de productos agrícolas.
LAGARES DE CERA DE PARAÑOS
En el siglo XIX y mediados del XX se desarrolló en Paraños y A Lamosa una importante actividad manufacturera alrededor de la cera de abejas: "Os Cereiros". Para hacerse con la materia prima, los cereiros se desplazaban a finales del verano y principios del otoño por todo el contorno: Ribeiro, Serra do Suido, El Condado, Valle del Tea, haciéndose con la cera de las colmenas.
En los "lagares de cera" en sucesivos procesos de fundido, prensado y decantado, en tres recipientes de piedra contiguos, se limpiaba de restos la cera proveniente las colmenas y se hacia un bloque. A continuación, se volvía a fundir la cera y se dejaba caer en unos rodillos de madera en los que formaban una especie de escamas y se ponían a blanquear exponiéndolas al sol en las "eiras da cera", removiéndolas con un rastrillo de madera.
En un tercer proceso, con un cazo con cera fundida, se vertía lentamente, de arriba hacia abajo sobre los hilos, consecutivamente de modo que cada vez, la vela, adquiría mayor diámetro. Posteriormente, se "automatizó" el proceso y sirviéndose de aros de madera con varios radios, colocaban los hilos de algodón que en sucesivas inmersiones en cera caliente, acababan formando las típicas velas, que había en cada casa para las emergencias, cuando el suministro eléctrico no era lo estable que es hoy día.
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