10 DE MARZO DE 2018
TRAVESÍA PLAYA DE STA. COMBA-FARO DE PUNTA FROUXEIRA (COSTA ÁRTABRA-FERROL) (PROYECTO SENDAS COSTERAS)
Distancia: 23 km
Duración de la ruta: 6 horas
Dificultad: Fácil
Descripción de la ruta:
Hermosa ruta que discurre por zona protegida dentro de la Red Natura y que recorre una de las zonas más salvajes de la denominada “Costa Ártabra”, salpicado de playas vírgenes y con acantilados que superan los 100 metros de altura, dentro de los ayuntamientos de Ferrol, Narón y Valdoviño.
Partiendo de las inmediaciones del Cabo Prior, en la localidad de Covas, accederemos a las preciosas playas que jalonan esta franja de la Costa Ártabra, salvajes y poco visitadas, entre las que se encuentran la playa de Santa Comba, Sartaña, Ponzos, Campelo, Meirás y playa de Valdoviño; pasando por las inmediaciones de otras inaccesibles como la playa do Casal, da Hortiña y Lopesa.
En segundo lugar, ascenderemos al Monte Campelo (245 m.), impresionante atalaya desde la cual se obtienen maravillosas vistas del litoral de toda esta región, que seguro quedará grabada en nuestras retinas durante mucho tiempo.
Conoceremos los restos de las antiguas instalaciones militares, búnkeres y baterías que pueblan estos montes y que fueron construidos tras la guerra civil con el fin de proteger la costa de los aliados durante la segunda guerra mundial y, sobre todo, para proteger el acceso al puerto militar de Ferrol, el más importante en la época, donde se hallaba gran parte de la flota.
Por último, visitaremos las antiguas minas de oro de la playa de Santa Comba, explotadas por los franceses antes de la I Guerra Mundial; y el fascinante y curioso faro de Punta Frouxeira, de diseño vanguardista y rompedor, totalmente diferente a los tradicionales, con 6 pisos, 30 metros de altura y alcance de 23 millas.
La Costa Ártabra es la denominacion común por la que se conocen desde muy antiguo las rías da Coruña, Betanzos, Ares y Ferrol, y coincide con el final de la Costa da Morte y el principio de las rías Altas, que los geógrafos grecorromanos designaban como Portus Magnus Artabrorum, región habitada por el pueblo de los Ártabros.
La franja costera comprendida entre Sta. Comba y Valdoviño es zona protegida incluída dentro de la Red Natura, perteneciente al Lugar de Interés Comunitario Costa Ártabra y declarada también como Zona de Especial Protección para las Aves por su riqueza en especies de aves y por ser un importante corredor migratorio por el que pasan miles de aves todos los años.
Iniciamos esta ruta poco después de la localidad de Covas, por la carretera que conduce al Cabo Prior. Desde este punto, cogemos un camino que nos lleva a donde se encuentra la Playa de Santa Comba, magnífico arenal, aislado y virgen, que destaca por la bravura del mar abierto en esta zona y porque suele ser una zona muy ventosa.
Recorremos la playa en toda su extensión, disfrutando de la tranquilidad del lugar, hasta llegar al final del arenal, donde podremos contemplar la capilla de Sta. Comba, en una isla separada de tierra firme a la que sólo se puede acceder en marea baja.
Continuamos la ruta por un tramo espectacular que bordea la Punta de Santa Comba hasta salir a donde se encuentra la Playa de Sartaña, con edificaciones de los marineros. A pocos metros llegamos a donde se encuentra la hermosa Playa de Ponzos, de casi 2 km. de longitud, arenal salvaje y con gran oleaje, peligroso para el baño. A partir de aquí ya vislumbramos los elevados acantilados propios de la Costa Ártabra, que llegan a alcanzar los 100 metros de altura.
Atravesamos parte de la playa, que cuenta con un sistema dunar bien conservado, y en la mitad nos desviamos para acceder a la antigua Mina de Ponzos, mina de oro explotada por los franceses entre 1910 a 1914 hasta el inicio de la I Guerra Mundial. Las galerías se hallan monte arriba y las instalaciones de la playa son los antiguos lavaderos del mineral.
Continuamos ruta enlazando por un buen camino que asciende por el Monte Salgueiro, alejándonos ligeramente del mar.
El camino nos lleva entre bosques por las inmediaciones de las inaccesibles playas de piedra do Casal, Hortiña y Lopesa, franqueadas por altos acantilados.
Caminamos por los Montes da Lagoa hasta llegar al desvío que nos lleva a un mirador desde el cual contemplamos la isla de Pena Lopesa en un bello lugar muy batido por el mar, y que cuenta con una bella leyenda:” cuenta la leyenda que en la roca había un castillo en el que vivía un rey, dueño de un tesoro codiciado por los vecinos del lugar. El castillo estaba bien defendido por las murallas, las rocas y el mar, así que los vecinos pensaron en atrapar al rey mientros fuera de caza. Pero el rey se anticipó y herró su daballo del revés, para que no supiesen si iba o si venía. Los enemigos decidieron entonces cercar la isla para rendirlo de hambre, pero el rey tenía sus bodegas llenas de provisiones. Un día cuando vio que estas estaban casi agotadas, llenó un caldero de maíz, subió a las murallas y les echó el grano a los pájaros para atraerlos al castillo. Por fin, los sitiadores, temerosos de que el rey fuese un poderoso mago, se retiraron y nunca más osaron atacar el castillo de Pena Lopesa”. En esta zona además existió un castro costero en los siglos I a.C al I d.C.
Continuamos por el camino que nos lleva hasta un desvío a un mirador desde donde tendremos una bella vista de la Playa de Campelo, rodeada por los altos acantilados que caen del Monte de Campelo.
Después del mirador, llegamos a la playa de Campelo, salvaje y muy bonita, aunque muy peligrosa para el baño.
A partir de este punto comienza uno de los puntos destacables de la ruta: la ascensión al imponente Monte de Campelo desde el nivel del mar hasta los 245 metros de su cumbre, que realizaremos por un pequeño sendero disfrutando a nuestras espaldas de un impresionante paisaje de todo el tramo costero que llevamos recorrido.
Una vez alcanzada la cumbre disfrutaremos de una inolvidable vista de la Costa Ártabra desde el Cabo Prior hasta la Punta Frouxeira y más allá, auténticamente espectacular. La cumbre del monte es en realidad el techo de un antiguo búnker militar.
El Monte de Campelo se halla lleno de antiguas instalaciones militares, búnkeres y baterías que fueron construidos tras la guerra civil con el fin de proteger la costa de los aliados durante la segunda guerra mundial y, sobre todo, para proteger el acceso al puerto militar de Ferrol, el más importante en la época, donde se hallaba gran parte de la flota. En este monte se hallaban las baterías principales y con mayor alcance de la zona.
Comenzamos a descender, pasando por los restos de las instalaciones militares, hasta llegar a la localidad de Meirás, donde nos dirigiremos a la Playa del Río, que como su nombre indica, está atravesada por un gran río.
Desde este punto, y tras un corto tramo de asfalto, nos desviamos por caminos hasta llegar a la enorme playa de Valdoviño, frecuentada por surfistas por su fuerte oleaje.
Al final de la playa, bordeamos el litoral hasta la punta Frouxeira, hasta finalmente llegar a donde se encuentra el Faro de Punta Frouxeira, vanguardista y rompedor faro construido en 1992, que entró en funcionamiento en 1994. Tiene 6 pisos y una altura de 30 metros y cuenta con un alcance de luz de 23 millas. Está totalmente automatizado, y su control se realiza por ordenador desde el centro de control de la autoridad portuaria de Ferrol-San Ciprián. En el año 2008 sufrió una profunda transformación que eliminó la fachada inicial acristalada y cierra los espacios destinados a las escaleras dejando ventanas en cada altura.
Cerca del faro se hallan importantes instalaciones militares y búnkeres subterráneos, que eran usados en los años 30 para vigilar la costa. En concreto en esta zona había proyectores que iluminaban varios quilómetros mar adentro para poder identificar la posición del enemigo y obtener la información necesaria para un eventual disparo que se efectuaría desde las baterías militares cercanas del Monte Campelo.
En este bello punto de la Costa Ártabra, en el faro de Punta Frouxeira, finalizamos esta completa travesía.
TRAVESÍA PLAYA DE STA. COMBA-FARO DE PUNTA FROUXEIRA (COSTA ÁRTABRA-FERROL) (PROYECTO SENDAS COSTERAS)
Distancia: 23 km
Duración de la ruta: 6 horas
Dificultad: Fácil
Descripción de la ruta:
Hermosa ruta que discurre por zona protegida dentro de la Red Natura y que recorre una de las zonas más salvajes de la denominada “Costa Ártabra”, salpicado de playas vírgenes y con acantilados que superan los 100 metros de altura, dentro de los ayuntamientos de Ferrol, Narón y Valdoviño.
Partiendo de las inmediaciones del Cabo Prior, en la localidad de Covas, accederemos a las preciosas playas que jalonan esta franja de la Costa Ártabra, salvajes y poco visitadas, entre las que se encuentran la playa de Santa Comba, Sartaña, Ponzos, Campelo, Meirás y playa de Valdoviño; pasando por las inmediaciones de otras inaccesibles como la playa do Casal, da Hortiña y Lopesa.
En segundo lugar, ascenderemos al Monte Campelo (245 m.), impresionante atalaya desde la cual se obtienen maravillosas vistas del litoral de toda esta región, que seguro quedará grabada en nuestras retinas durante mucho tiempo.
Conoceremos los restos de las antiguas instalaciones militares, búnkeres y baterías que pueblan estos montes y que fueron construidos tras la guerra civil con el fin de proteger la costa de los aliados durante la segunda guerra mundial y, sobre todo, para proteger el acceso al puerto militar de Ferrol, el más importante en la época, donde se hallaba gran parte de la flota.
Por último, visitaremos las antiguas minas de oro de la playa de Santa Comba, explotadas por los franceses antes de la I Guerra Mundial; y el fascinante y curioso faro de Punta Frouxeira, de diseño vanguardista y rompedor, totalmente diferente a los tradicionales, con 6 pisos, 30 metros de altura y alcance de 23 millas.
La Costa Ártabra es la denominacion común por la que se conocen desde muy antiguo las rías da Coruña, Betanzos, Ares y Ferrol, y coincide con el final de la Costa da Morte y el principio de las rías Altas, que los geógrafos grecorromanos designaban como Portus Magnus Artabrorum, región habitada por el pueblo de los Ártabros.
La franja costera comprendida entre Sta. Comba y Valdoviño es zona protegida incluída dentro de la Red Natura, perteneciente al Lugar de Interés Comunitario Costa Ártabra y declarada también como Zona de Especial Protección para las Aves por su riqueza en especies de aves y por ser un importante corredor migratorio por el que pasan miles de aves todos los años.
Iniciamos esta ruta poco después de la localidad de Covas, por la carretera que conduce al Cabo Prior. Desde este punto, cogemos un camino que nos lleva a donde se encuentra la Playa de Santa Comba, magnífico arenal, aislado y virgen, que destaca por la bravura del mar abierto en esta zona y porque suele ser una zona muy ventosa.
Recorremos la playa en toda su extensión, disfrutando de la tranquilidad del lugar, hasta llegar al final del arenal, donde podremos contemplar la capilla de Sta. Comba, en una isla separada de tierra firme a la que sólo se puede acceder en marea baja.
Continuamos la ruta por un tramo espectacular que bordea la Punta de Santa Comba hasta salir a donde se encuentra la Playa de Sartaña, con edificaciones de los marineros. A pocos metros llegamos a donde se encuentra la hermosa Playa de Ponzos, de casi 2 km. de longitud, arenal salvaje y con gran oleaje, peligroso para el baño. A partir de aquí ya vislumbramos los elevados acantilados propios de la Costa Ártabra, que llegan a alcanzar los 100 metros de altura.
Atravesamos parte de la playa, que cuenta con un sistema dunar bien conservado, y en la mitad nos desviamos para acceder a la antigua Mina de Ponzos, mina de oro explotada por los franceses entre 1910 a 1914 hasta el inicio de la I Guerra Mundial. Las galerías se hallan monte arriba y las instalaciones de la playa son los antiguos lavaderos del mineral.
Continuamos ruta enlazando por un buen camino que asciende por el Monte Salgueiro, alejándonos ligeramente del mar.
El camino nos lleva entre bosques por las inmediaciones de las inaccesibles playas de piedra do Casal, Hortiña y Lopesa, franqueadas por altos acantilados.
Caminamos por los Montes da Lagoa hasta llegar al desvío que nos lleva a un mirador desde el cual contemplamos la isla de Pena Lopesa en un bello lugar muy batido por el mar, y que cuenta con una bella leyenda:” cuenta la leyenda que en la roca había un castillo en el que vivía un rey, dueño de un tesoro codiciado por los vecinos del lugar. El castillo estaba bien defendido por las murallas, las rocas y el mar, así que los vecinos pensaron en atrapar al rey mientros fuera de caza. Pero el rey se anticipó y herró su daballo del revés, para que no supiesen si iba o si venía. Los enemigos decidieron entonces cercar la isla para rendirlo de hambre, pero el rey tenía sus bodegas llenas de provisiones. Un día cuando vio que estas estaban casi agotadas, llenó un caldero de maíz, subió a las murallas y les echó el grano a los pájaros para atraerlos al castillo. Por fin, los sitiadores, temerosos de que el rey fuese un poderoso mago, se retiraron y nunca más osaron atacar el castillo de Pena Lopesa”. En esta zona además existió un castro costero en los siglos I a.C al I d.C.
Continuamos por el camino que nos lleva hasta un desvío a un mirador desde donde tendremos una bella vista de la Playa de Campelo, rodeada por los altos acantilados que caen del Monte de Campelo.
Después del mirador, llegamos a la playa de Campelo, salvaje y muy bonita, aunque muy peligrosa para el baño.
A partir de este punto comienza uno de los puntos destacables de la ruta: la ascensión al imponente Monte de Campelo desde el nivel del mar hasta los 245 metros de su cumbre, que realizaremos por un pequeño sendero disfrutando a nuestras espaldas de un impresionante paisaje de todo el tramo costero que llevamos recorrido.
Una vez alcanzada la cumbre disfrutaremos de una inolvidable vista de la Costa Ártabra desde el Cabo Prior hasta la Punta Frouxeira y más allá, auténticamente espectacular. La cumbre del monte es en realidad el techo de un antiguo búnker militar.
El Monte de Campelo se halla lleno de antiguas instalaciones militares, búnkeres y baterías que fueron construidos tras la guerra civil con el fin de proteger la costa de los aliados durante la segunda guerra mundial y, sobre todo, para proteger el acceso al puerto militar de Ferrol, el más importante en la época, donde se hallaba gran parte de la flota. En este monte se hallaban las baterías principales y con mayor alcance de la zona.
Comenzamos a descender, pasando por los restos de las instalaciones militares, hasta llegar a la localidad de Meirás, donde nos dirigiremos a la Playa del Río, que como su nombre indica, está atravesada por un gran río.
Desde este punto, y tras un corto tramo de asfalto, nos desviamos por caminos hasta llegar a la enorme playa de Valdoviño, frecuentada por surfistas por su fuerte oleaje.
Al final de la playa, bordeamos el litoral hasta la punta Frouxeira, hasta finalmente llegar a donde se encuentra el Faro de Punta Frouxeira, vanguardista y rompedor faro construido en 1992, que entró en funcionamiento en 1994. Tiene 6 pisos y una altura de 30 metros y cuenta con un alcance de luz de 23 millas. Está totalmente automatizado, y su control se realiza por ordenador desde el centro de control de la autoridad portuaria de Ferrol-San Ciprián. En el año 2008 sufrió una profunda transformación que eliminó la fachada inicial acristalada y cierra los espacios destinados a las escaleras dejando ventanas en cada altura.
Cerca del faro se hallan importantes instalaciones militares y búnkeres subterráneos, que eran usados en los años 30 para vigilar la costa. En concreto en esta zona había proyectores que iluminaban varios quilómetros mar adentro para poder identificar la posición del enemigo y obtener la información necesaria para un eventual disparo que se efectuaría desde las baterías militares cercanas del Monte Campelo.
En este bello punto de la Costa Ártabra, en el faro de Punta Frouxeira, finalizamos esta completa travesía.
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